Uso de las TICS en alumnos con
Discapacidad Intelectual
El uso de las TIC con alumnos con
discapacidad intelectual se orientará a
favorecer el desarrollo de las estructuras de
pensamiento, con alumnos sordos a
fortalecer la educación bilingüe; con
alumnos ciegos y con baja visión a facilitar el
acceso a la información y la producción
escrita; con alumnos con discapacidad
motriz a brindar apoyos que permitan
alcanzar un mayor grado de autonomía en
los aprendizajes.
Es posible que algunos alumnos con discapacidad
intelectual requieran para el acceso a la
computadora de alguna tecnología o recurso
adaptado.
Habrá que dar a los alumnos tiempo de práctica y
entrenamiento, graduar la velocidad de
movimiento del cursor del mouse, definir si es
necesario utilizar algún apoyo de tecnología
adaptativa como por ejemplo las opciones de
accesibilidad para graduar la sensibilidad del
teclado y reevaluar periódicamente la posibilidad
de retirar estos apoyos.
Las ayudas o adaptaciones pensadas para las
personas con discapacidad intelectual, están
vinculadas al diseño de materiales más simples y accesibles en sus contenidos; que tengan en
cuenta algunas características tales como:
■ Utilizar un lenguaje claro,
■ No sobrecargar la pantalla con información
■ Emplear íconos gráficos o lo
suficientemente descriptivos para ayudar en
la navegación, Apoyos alternativos de
comprensión a través de recursos auditivos,
gráficos y/o de texto, etc.
Debemos tener en cuenta que el diseño de los
materiales educativos se realiza de acuerdo a los
niveles de los contenidos curriculares. Dentro de
la modalidad de Educación Especial las edades de
los alumnos pueden no estar relacionadas con
estos niveles, por lo cual el diseño (en cuanto a
imágenes y/o lenguaje) de algunas aplicaciones o
software no estarían acordes a sus edades
cronológicas. En estos casos es conveniente
utilizar programas que permitan al docente crear
actividades que resulten significativas y
contextualizadas a su grupo de alumnos.
Las estrategias para el trabajo con
niños, jóvenes y adultos con discapacidad
intelectual, suponen un amplio abanico de
manifestaciones y de capacidades. Y es partiendo
de estas capacidades donde la incorporación de
las TIC aportará diversos caminos para
potenciarlas, para estimular habilidades y
competencias que mejoren sus posibilidades de
aprendizaje, comunicación, adaptación al medio
social e inclusión laboral.
Las posibilidades que nos brindan las TIC, nos
permiten proponer distintas situaciones de
aprendizaje, que tengan en cuenta un progresivo
orden de complejidad de acuerdo al dominio que
se irá alcanzando a través del uso de los recursos
tecnológicos.
Algunos software educativos, promueven el trabajo de algún contenido de aprendizaje específico. Si bien son utilizados con mayor asiduidad en los primeros acercamientos a la computadora, no es recomendable que sean las únicas o predominantes propuestas de actividades. En principio permiten familiarizarse con el uso del mouse o el teclado, reconocer íconos, navegar por la pantalla, responder a las consignas, probar con el ensayo y error, seleccionar las respuestas adecuadas e ir superando niveles de complejidad. Pero, si bien son aprendizajes valorados, en algún momento, en muchos de ellos las respuestas se tornarán automáticas, podremos observar entonces que el alumno comprendió el “juego”, pero no podrá dar cuenta de sus aprendizajes transfiriendo estas habilidades a otros contextos. Los docentes deberán tener en cuenta estas características a la hora de proponer trabajar con aplicaciones o software “cerrados”, que son los que admiten una única respuesta para ir superando niveles o secuencias de actividades. Aunque entendemos, que para algunos alumnos, acceder a estos contenidos, suponen también una adecuada expectativa de logro.
Criterios de uso del software
educativo
Algunos software educativos, promueven el trabajo de algún contenido de aprendizaje específico. Si bien son utilizados con mayor asiduidad en los primeros acercamientos a la computadora, no es recomendable que sean las únicas o predominantes propuestas de actividades. En principio permiten familiarizarse con el uso del mouse o el teclado, reconocer íconos, navegar por la pantalla, responder a las consignas, probar con el ensayo y error, seleccionar las respuestas adecuadas e ir superando niveles de complejidad. Pero, si bien son aprendizajes valorados, en algún momento, en muchos de ellos las respuestas se tornarán automáticas, podremos observar entonces que el alumno comprendió el “juego”, pero no podrá dar cuenta de sus aprendizajes transfiriendo estas habilidades a otros contextos. Los docentes deberán tener en cuenta estas características a la hora de proponer trabajar con aplicaciones o software “cerrados”, que son los que admiten una única respuesta para ir superando niveles o secuencias de actividades. Aunque entendemos, que para algunos alumnos, acceder a estos contenidos, suponen también una adecuada expectativa de logro.
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